En esta “segunda adolescencia” será correspondido por su “amor de juventud” y podrá revivir toda la emoción y efervencencia del momento. Él sabe que, si no siguen juntos, ella conseguirá ser feliz en el futuro. ¿Debería romperle el corazón ahora o arriesgar la felicidad que ella pudiera conseguir?.
El protagonista sabe que unos meses más tarde su padre les abandonará, pero ahora que es adulto puede entender los motivos a pesar del dolor que causará a la familia. ¿Debe impedir que su padre les abandone o asumir y hasta respaldar esa decisión?.
De repente se encuentra en una “segunda adolescencia” que le hará madurar como nunca lo había hecho al comprender que la felicidad de dos personas, a pesar de quererse, puede estar en conflicto. Pero que precisamente por amarse no deja lugar al resentimiento. Porque cuando una decisión está hecha desde el amor y con la cabeza, cuando sólo importa la felicidad de otra persona, NO HAY NADA QUE PERDONAR, sólo asumir y esperar que el dolor que podamos sentir o provocar sirva para ser y hacer a los demás felices.
En sus obras, con aparente sencillez y manejando con maestría los recursos narrativos del comic (qué uso más hábil del ritmo, la composición de página y encuadre...) Taniguchi consigue enseñarnos complejas lecciones vitales, hace que nos reconciliemos con nuestro pasado, con los demás y con nosotros mismos.
No conozco mejor alabanza para un artista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario